Poner en palabras hechos traumáticos como catástrofes ambientales o epidemias no resulta nada fácil, y menos aún si se trata de comunicárselo a los niños /as y adolescentes. Para estos hechos es importante poder disponer de recursos que ayuden a afrontar esta realidad de la mejor forma posible. Ocultar, temer, callar o dar respuestas y explicaciones erróneas sobre lo que sucede sólo hará que la experiencia además de resultar sumamente dolorosa pueda convertirse en algo traumático o patológico que necesite otro tipo de intervenciones.
Puede creerse que un modo de cuidar y ahorrar sufrimiento es silenciar, no hablar de hechos difíciles y dolorosos. Pero ocurre lo contrario: lo no nombrado, lo no hablado, queda fuera de la posibilidad de conocimiento y elaboración, impidiendo por lo tanto el desarrollo de habilidades necesarias para afrontar situaciones de riesgo que inevitablemente se presentan en la vida.
El seminario se propone como un punto de partida para inaugurar un espacio de pensamiento y construcción de nuevos conocimientos y herramientas.
Estamos convencidos que más allá de las áreas de especialización de cada actor de esta experiencia, el verdadero efecto de novedad y potencia de lo construido surgirá del trabajo en equipo transversal compartido, no jerárquico. Cada participante en diálogo con otros descubre, potencia y crea nuevos saberes, que pasan a engrosar los recursos comunitarios.
Al finalizar el seminario, acorde a lo que surja de la valoración de esta experiencia, se podrán pensar eventualmente nuevos dispositivos a implementar como un modo de acompañar, cuidar y prevenir situaciones semejantes a las acontecidas.