En un día marcado por la calidez y la camaradería, los nuevos estudiantes de la carrera de Enfermería fueron recibidos en un evento que superó todas las expectativas. La charla de bienvenida, realizada en uno de los espacios más amplios de la extensión áulica, desbordó la capacidad de la sala, evidenciando la alta convocatoria de la carrera para el año en curso. El encuentro, parte de la asignatura Enfermería Básica I, fue conducido por los estudiantes de segundo año, quienes desempeñaron un papel fundamental en la orientación de los ingresantes.
Los alumnos mas experimentados no solo presentaron a los nuevos compañeros los diferentes espacios de la universidad, como bedelía, biblioteca y buffet, sino que también ofrecieron un recorrido por los servicios adicionales, incluido el Espacio Amigo de la Lactancia. Esta introducción fue complementada en el auditorio de la UDC por la intervención de María Jesús Ochoa, representante de la biblioteca CRAI UDC, quien detalló la amplitud de los servicios disponibles para los estudiantes.
La jornada también incluyó una dinámica especial: la búsqueda del tesoro. Esta actividad lúdica tenía el objetivo de identificar a los estudiantes lactantes y premiar tanto a ellos como a los recién llegados. A través de este juego, los estudiantes pudieron conocer mejor el Espacio Amigo de la Lactancia, creado hace un año para apoyar a los estudiantes que son padres.
Al final del día, dos estudiantes de segundo año compartieron sus impresiones sobre el evento. Rocío de Miguel expresó su satisfacción, destacando la importancia de esta bienvenida para familiarizar a los nuevos con la estructura de la universidad y proporcionarles un panorama claro de lo que les espera. “Es fundamental que se sientan seguros y acompañados”, subrayó, haciendo hincapié en el rol de los compañeros de años anteriores en facilitar la transición.
Por su parte, Dante Gibaja subrayó el valor de esta bienvenida desde una perspectiva ética y deontológica, resaltando cómo este tipo de actividades ayudan a fomentar el compañerismo y la empatía, cruciales en una carrera donde el trabajo en equipo será una constante. “Recordar mi propio primer año y saber que en ese momento hubiera apreciado una recepción así me hace valorar aún más esta experiencia”, comentó.
Rocío concluyó destacando el crecimiento significativo en el número de estudiantes, pasando de 30 a casi 90 en su aula. “Está bueno que seamos más, eso ayuda a crecer en las carreras”, afirmó, reflejando el entusiasmo por el aumento en la matrícula y el impacto positivo que esto puede tener en la dinámica del grupo.
Con una jornada repleta de información útil y actividades integradoras, los nuevos estudiantes de Enfermería se adentraron en su camino académico con un sólido apoyo de sus futuros compañeros, marcando el inicio de un prometedor año universitario.