Esta actividad se enmarca en la Ley Provincial XVII N° 104, buscando poner en valor el rol de las aves para sostener el equilibrio de los ecosistemas, involucrando a la sociedad en general (y a las personas interesadas en aves en particular) para informar sobre el impacto de estos frágiles seres en el progreso económico, social y cultural de la humanidad.
Universidad del Chubut – Municipalidad de Puerto Madryn
Otras instituciones intervinientes
Secretaria de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable / Ministerio de Producción, Dirección de Fauna y Flora Silvestre/Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas / Subsecretaría de Cultura
Las aves silvestres también poseen gran importancia para el desarrollo de la economía regional dada su valoración positiva para actividades recreativas, turísticas y comerciales, sin dejar de mencionar su valor simbólico en el arte, la religión, la educación y otros andamiajes culturales esenciales para el hombre.
La preservación de las aves amerita una atención especial y requiere de abordajes sistémicos y transdisciplinarios en los que confluyen estrategias de diverso origen. Aun compartiendo una misma visión y objetivo general, de todos modos estas estrategias son diseñadas con objetivos particulares y propios.
Por otra parte, la importancia que poseen las aves para el progreso económico no es un aspecto menos relevante. Actualmente se considera que el turismo relacionado con la observación de aves moviliza a nivel mundial setenta y seis millones de aficionados (treinta mil en Argentina) y genera tres mil millones de dólares anuales.
Por último, siempre es oportuno recuperar actores de nuestra rica y reciente historia poniéndolos en valor por su trayectoria y legado. Por ello recuperamos la figura de Eduardo Botello para identificar este Festival.
Fue un ornitólogo argentino, nacido en Curuzú Cuatiá (Corrientes) y radicado en Chubut en 1884. Vivió en nuestra provincia hasta su fallecimiento en 1908. Los historiadores lo consideran uno de los tres primeros colonos del sur del Chubut (y del actual Departamento Río Senguerr) y el primer colono de la colonia Ensanche Sarmiento. Eduardo Botello exploró el suroeste del Chubut por mandato del Perito Francisco Moreno entre 1888 y 1890. En 1902 se casó con una de las hijas del Cacique Maniqueque, y junto a ella se estableció en un paraje denominado El Cantao (Kantausch Kaike), en el límite norte de la entonces recién creada Colonia Ensanche Sarmiento. Allí tuvo una activa participación en el proceso de demarcación limítrofe con Chile.
Eduardo Botello