En el marco de una sentencia inédita por violencia de género en el trabajo, la UDC brindará una capacitación a una empresa médica de Puerto Madryn. El objetivo es prevenir futuros casos de violencia y establecer un protocolo de actuación para garantizar un entorno laboral seguro y libre de discriminación.
La Universidad del Chubut será la encargada de llevar adelante una capacitación en sensibilización para la prevención de la violencia de género en una empresa de prestaciones médicas de Puerto Madryn, como parte de una sentencia judicial. El curso, que incluirá 20 horas cátedra, será impartido a todo el personal con especial énfasis en los directivos y gerentes, tras un fallo por violencia laboral y discriminación de género. Este proceso tiene como objetivo garantizar la no repetición de conductas abusivas, abordando un cambio cultural dentro de la organización.
Cecilia Russo, coordinadora del Observatorio de Género y Derechos Humanos de la UDC, quien liderará el proyecto, destacó la importancia del fallo calificándolo como un avance en la justicia reparatoria: “Es fundamental que no se limite a una condena patrimonial, sino que se garantice un proceso que evite la repetición de estas violencias”, expresó. Además de la capacitación, la sentencia exige que la empresa implemente un protocolo de actuación frente a casos de violencia y acoso en el plazo de un mes.
La Dra. Marcela Freytes Frey, rectora de la Universidad del Chubut, firmará el convenio para formalizar la colaboración, y Russo adelantó que se utilizarán espacios áulicos para realizar talleres presenciales orientados a transformar prácticas laborales. “Es un cambio de paradigma cultural, y buscamos que los participantes puedan identificar y modificar las acciones que perpetúan la violencia de género en el ámbito laboral”, agregó Russo.
Este caso, que involucra a una mujer empleada de la firma, expuso graves episodios de maltrato y hostigamiento. La jueza Carolina Barreiro de Puerto Madryn dictó la sentencia, detallando cómo la víctima fue sometida a humillaciones y amenazas por parte de su superior, quien la denigraba con comentarios ofensivos y amenazantes, afectando su salud física y mental. El fallo, con perspectiva de género, marca un precedente en la lucha contra la violencia laboral y la discriminación en el ámbito laboral privado.