Año Atípico

Fue un año atípico en todos los aspectos: educativo, personal, económico, social.

En diciembre, la Dra. Marcela Freytes licenció la titularidad de la Cuidados Enfermeros en Salud Psicosocial: me ofrecieron tomarla y accedí porque creo en mi capacidad para llevarla adelante, además de darle jerarquía a nuestra profesión (la titularidad no había sido nunca de Enfermería). Fue un gran desafío dado que mi función siempre fue como adjunta de la cátedra.

En marzo se desató la pandemia por COVID 19 en nuestro país. Todo cambió. Me acompañaba la Lic. en Psicología Graciela Correa (excelente profesional y ser humano con quien supimos trabajar juntas desde el año 1996 en distintas instituciones de formación: Comahue, UNPSJB y otras ), dándome aliento para no claudicar y seguir peleándole a lo desconocido.

Habituada a interactuar con los alumnos en el aula, fue muy desconcertante trabajar a través de una máquina. Ni fácil ni cómodo, salir de mi lugar de confort me produjo ansiedad y gran movilización. Cuántas emociones frente a lo desconocido: cuestionamientos, enojos, tristeza y mal humor asomaron frente a la nueva situación y la metodología impuesta.

Aprendiendo a caminar en este momento (sin conocimientos previos en el manejo de programas de computación, solo lo básico) y tratando de cumplir con las capacitaciones que nos ayudaban a descubrir la maravilla de la virtualidad, muchas veces no pude continuar, no entendía, no podía llevarles el ritmo. Me cuestionaba el “continuar para qué”, qué sentido tenía a los 60 años tanto esfuerzo. Igual no me resignaba a no poder aprender, y ahí estaba mi compañera fiel dándome aliento para continuar.

Sentí mucha SOLEDAD de parte de mis colegas, no así de otras disciplinas. Pero seguimos dándole vida a nuestra tarea con la creatividad. Este fue el medio para acomodarse a estas situaciones difíciles, a trabajar por Meet con exposición de temas, con alumnos que eran los protagonistas del aprendizaje (mediante la creación) para poder exponer conceptos y posteriormente debatirlos, presentar en videodramatizaciones casos de las diferentes patologías en donde los personajes eran ellos mismos. El objetivo era ayudarlos a reflexionar, a PENSAR, llevándolos a la vida cotidiana y sus experiencias, a cómo lo vivenciaban y lo llevaban adelante. Luego autoevaluaban sus propios trabajos, saliendo de la tradicional rigidez del examen, y les permitimos que sean ellos los que pudieran volver a su trabajo, revisar, volver a leer y asimilar lo aprendido.

Y llegamos a fin de año.

Todavía nos faltan las prácticas necesarias y muy importantes para afianzar nuestro rol como profesionales de Enfermería dentro del área de salud mental, ya que ahora tenemos las herramientas para atender de forma completa y óptima a las personas, su entorno familiar y la comunidad.

Susana Margot Oliva
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